Verdades sobre la vitamina C ("La naranjitis", a propósito del tema de la "vitaminosis"

El clásico jugo de naranja en las mañanas y la no menos clásica asociación exclusiva de las naranjas y la vitamina C (ácido ascórbico), dejan de lado verdades contundentes como que no sólo la naranja y el limón tienen vitamina C, sino también la leche, los huevos, carnes, papas, vegetales, etc.

Algunos hablan de comer una naranja diaria para evitar una serie de males o enfermedades, así como otros repiten lo de "comer una manzana diaria te aleja del doctor". En general, coman frutas (sin olvidarse de los frutos secos también). O sea no hay una "fruta rey". Hay mucha "naranjitis" asociada a veces a tanta pastilla o producto (en ocasiones efervescente) que viene con ese sabor y color y siempre se dice: "ah, vitamina C". Y se le asocia como los que combaten enfermedades tipo resfrío o la gripe, cosa que no está del todo comprobada, a diferencia de su intervención en procesos metabólicos vitales que no son resaltados.

Pero ya saben, no hay por qué ser exagerado con las naranjas, eviten la hiper-vitaminosis. Hay otros productos dentro de su dieta normal que ya contienen vitamina C. El déficit de vitamina C NO te va a resfriar o dar gripe, más bien está asociado a una enfermedad casi superada totalmente y bastante infrecuente como es el escorbuto. Otro error, ese sí frecuente, es creer que cualquier bulto que te sale dentro de la boca es escorbuto (por lo menos acá en Perú) y al final el doctor termina dándote clases y repitiéndote: eso no es escorbuto.

P.S.: He recibido un valioso comentario en el post anterior para que trate algunos temas, ya tengo otro acumulado sobre gaseosas y otro sobre dietas que me han pedido fuera de este blog. Gracias por la atención y trataré de escribir sobre ello muy pronto.

Cuidado con los riesgos de la vitaminosis: ya no más productos con a, b, c, etc.

¿Se han dado cuenta que ahora todos los productos ponen en sus etiquetas que vienen con tal o cual vitaminas? A, B, C, D, etc. Y también le ponen minerales. A casi todo le ponen ahora fortificado, calcio, hierro, magnesio, etc. Hay personas que dicen "me llevo esta X que está enriquecida con Y, Z... " Y en muchos casos esos productos siempre los han tenido.
Hay personas que simplemente leen los beneficios de las vitaminas y minerales y creen que como les falta energía -por ejemplo-, deben combatirla con vitaminas y minerales. Y no sólo comienzan a consumir esos productos "fortificados" o "enriquecidos" sin ver la etiqueta (proporciones), sino que comienzan a comprar "suplementos vitamínicos" en boticas, farmacias, centros comerciales.

Siempre que se ve a alguien fatigado, se le dice: "te hace falta vitaminas", cuando las causas pueden ser diversas, hasta una canción antigua que dice: "oye, te hace falta vitaminas", termina reforzando el cliché.

Las comidas de por sí ya tienen vitaminas y minerales. Si nuestra actividad es normal, con una dieta balanceada cubrimos de sobra nuestro requerimiento diario. Si nos pasamos de esa cuota, pues ya no nos hará ningún beneficio, más bien nos puede perjudicar. Es lo que se llama vitaminosis o en realidad hiper-vitaminosis. El riesgo de la hiper-vitaminosis es variado, hay algunos leves a más graves (ya tendrías que ser muy muy exagerado en su consumo o algo estar fallando en tu organismo), pero en líneas generales lo que va a pasar con el exceso es que simplemente no sirva de nada.

Hay productos que por unidad superan ya el requerimiento diario, así que cuidado (una razón más para invitar), mucho cuidado si no quieres evitarte malas sorpresas. Infórmate qué alimento contiene qué cosa, y haz una dieta balanceada, con eso basta y sobra en la generalidad de los casos, a menos que estemos tratando enferemedades, por ejemplo, que requieren dosis especiales. Y no te preocupes tampoco si te pasas un poco (no vaya a ser que lees esto y ahora quieres controlar todos los miligramos de tus raciones), si es un poco, lo vas a eliminar naturalmente, eso sí, beneficio no te hará ese exceso.

Las bebidas "rehidratantes": gatorade, sporade, etc. ¡No abuses! ¿Tanta agua has gastado?

Comienzo por el consejo básico, para los apurados: si no hay pérdida significativa de electrolitos: ¿para qué tomas estas bebidas? Terminaré indicando en todo caso un dato por si de todas formas lo vas a tomar.
No se puede establecer exactamente cuánto "tiempo" de ejercicio es el que va a requerir una bebida rehidratante. Algunos hablan de una hora, otros de 45 minutos, pero en realidad eso depende de cada cuerpo, del nivel de actividad, pues no todas las rutinas son iguales. Lo que sí es cierto es que no tomes estas bebidas por moda. Tú no eres una o un atleta preparándose para las Olimpiadas en Beijing. En vez de un Gatorade, Sporade, Powerade y demás "rades"... Mejor: AGUARADE O ACUARADE, pero no sólo agua, sino también descanso, que eso es lo que más necesita tu cuerpo tras una buena tanda de ejercicios.

Ya si de todos modos lo vas a tomar, porque te sientes súper deshidratado (en verdad si es superdeshidratado -cosa que no creemos-, mejor pides "electrolitos" en la farmacia -ellos te entienden- y te dan tu frasco inmenso más barato, pero con sabor a jarabe aguado), pues entonces fíjate en sus indicaciones, en su composición o contenido. Recuerdo por lo menos que el Sporade indica "sin cafeína", y bueno, el Gatorade por algo tiene años en el mercado. Y, por favor, Red Bull (u otros llamados energizantes) NO es una bebida adecuada para estos casos (y quizá para muy pocos). Seguro con tanto rollo y tanta etiqueta, fácil que terminas tomando agua, pero ya sabes sin exagerar tampoco en su consumo.

Buenos hábitos al momento de comer: manera correcta de comer

Ya hemos contado algunas cosas en un post de hace meses: La forma de alimentarse: no sólo importa lo que comes, sino cómo comes, ahora queremos incidir en lo indicado en el último párrafo, en ese PIENSA en lo que comes, disfruta tu comida, sea verdura, carne, lo que sea, disfruta de la compañía (si la hay), familiares, pareja, etc. Y hay más.

Cuando estés con tu familia, aprovéchalos, comer solo no es recomendable, a la larga verás que comer acompañado te trae beneficios. Por educación y también por tu propio bien: no veas televisión, ni leas el periódico mientras comes... ¿Has escuchado el viejo "el que mucho abarca poco aprieta"? Pues igual, come bien, si lo haces mirando televisión o prestando atención a otra cosa, no te darás cuenta de lo que comes ni de cuando estás satisfecho o satisfecha y por tanto, comerás más y peor, o no te hará el mismo provecho. No les ha pasado lo de los bocaditos que la gente come casi por manía al ver televisión o cuando va al cine (que es otro tema).

Ah, y cuando digo que aproveches a tu familia o compañía, no me refiero a que hables y hables sin parar. Eso tampoco es beneficioso para tu organismo. Si estás comiendo la prioridad es comer, no hablar. Ojo, la "prioridad" no "lo único", como siempre decimos, no hay que ser dogmáticos, no coman sin contestar ni a las preguntas que se les hace. Equilibrio ante todo y buenos hábitos asumidos de a pocos.

Relatividad de los estudios "científicos": no te creas todo lo que dicen

Frecuentemente vemos como aparecen mil investigaciones sobre la obesidad, causas de cáncer y un largo etc. Lo peor que podrías hacer es estresarte a consecuencia de esos estudios. En algunas ocasiones no ha pasado el suficiente tiempo de análisis como para tener resultados concluyentes. En otros casos es sólo eso: un estudio, de esos que el tiempo se encarga de poner en su lugar.

Casi todo da cáncer, como leemos siempre. El cáncer se produce por diversas causas, eso de que tal o cual alimento es "cancerígeno", puede ser en principio y a grandes rasgos cierto, lo que no significa que el sólo hecho de comerlo te hace firme candidato a padecer el mal.

Si se puede evitar el consumo de algunos alimentos, pues que se haga, pero sin dogmas de por medio y poco a poco, que sea consecuencia de un cambio integral de la dieta y del estilo de vida, una decisión que vaya más allá de un miedo de momento.

P.S: Lee la encuesta del costado derecho del blog y responde, obviamente los resultados también serán muy relativos.

Todo en exceso es malo: ¡incluso consumir agua!

El agua es vida, sí, sí. Consumir agua es saludable, sí, sí. Pero eso no significa que debas tomar agua como si hubieses estado en el desierto. Hay gente que está en busca del elixir maravilloso o la receta milagrosa que cure todos sus males, beben agua como si por arte de magia sus dolencias desaparecerán todo por el eslogan o lugar común: "el agua es vida".

Hay muchas actividades que se publicitan como "vida" pero cuyo exceso puede costarnos una reducción de la misma. Más allá de estudios específicos (que los hay), pongan "muere por exceso de agua" en google. Ese "muere" puede resultar sensacionalista, pero de que puede resultar dañino el consumir agua en exceso, pues eso sí es inobjetable.

Por otro lado, cuando se habla de tomar 2 litros y medio de agua, 8 vasos diarios, etc., pues queda claro que no es fácil dar medidas exactas, depende en realidad de cada caso o circunstancia particular: físico, contextura, actividad en el día, etc.

Cabe recordar finalmente que los mismos alimentos que nosotros vemos "sólidos" pues también tienen agua, así como cuando vemos al planeta tierra en fotos o a nosotros mismos y no imaginamos que la mayor parte es líquido, salvo porque ya nos lo enseñaron en la escuela. Igual pasa con los alimentos, esa manzana, qué decir de la mandarina, para dar ejemplos claros, pero en general: todos los alimentos tienen agua (a menos que estos alimentos hayan pasado por un proceso de deshidratación). Por tanto ya estamos consumiendo agua en esos alimentos y nuestra necesidad o requerimiento de agua será menor al pensado.

Ah, y el agua puede consumirse, en principio, hervida, de caño o grifería directa (si hay filtro)o con una pastilla purificadora (tipo Micropur), o embotelladas y allí si hay mil marcas, hasta Agua Evian, para los "excesivamente" exquisitos.

La mayoría de personas considera que su alimentación puede (y debe) mejorar

Una encuesta que hemos hecho entre un grupo reducido y con valor referencial, nada con metodologías de empresas de opinión, nos revela que la mitad de personas (50%) considera que su alimentación es regular, el 35% considera que se alimenta bien; dejando las cifras menores para los que consideran que se alimentan muy bien (5%) y los sinceros que dicen alimentarse mal (10%).

Sólo una décima parte dice alimentarse mal. No comparo estas cifras con encuestas o estadísticas oficiales o de organismos serios; aquí de lo que se trata es de ver cómo de un grupo interesado en temas de nutrición y salud en general (por los comentarios, conversaciones personales o por medios virtuales, etc.), la mayoría considera que su alimentación debe ser mejorada (regular+mal). También queda la duda sobre ese 40% que dice alimentarse bien o muy bien, si no se estará confundiendo cantidades de alimento con una dieta balanceada, debido a que el término "bien" se puede confundir (como en el término "sírveme mi plato bien", o sea: "sírveme bastante o generosamente"). Es decir que el proceso mental sea el siguiente: "yo me alimento bien, pues: siempre desayuno bien, almuerzo bien, tomo lonche incluso y bien, y ceno muy bien". Intuimos esto último en un buen porcentaje de ese cuarenta por ciento.
Buena alimentación, dieta balanceada, nutrición correcta, parte una de vida saludable. Verdades de perogrullo que nunca está de más recordar.

Para esa décima parte que confiesa alimentarse mal, en este sitio se comenzará a dar orientaciones y buena información, pero claro advirtiendo que nada (y menos información por internet), nada, pero nada reemplaza una consulta directa con un especialista.

Ver otros artículos:

Deja de mirar la balanza

La forma de alimentarse: no sólo importa lo qué comes sino cómo comes

Dejemos algunos malos hábitos