Las "dietas drásticas" y la talla de brasier

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Cuántas mujeres quisieran bajar de peso... Muchas, algunas, pocas. No se sabe con exactitud, pero se presume que la mayoría. Y de esta mayoría, casi podemos asegurar, existe consenso en que la forma de bajar de peso ideal sería aquella que nos permita quedarnos con lo que no queremos reducir. Solamente un bisturí podría ser tan preciso (al estilo photoshop), sin embargo, algo podemos hacer: escoger una dieta adecuada que no restrinja drásticamente el consumo de grasas y carbohidratos.

Es común ver a muchas mujeres que, tras bajar de peso, lucen un cuerpo sin los rollitos que tanto le fastidiaban, pero también sufren al ver que la drástica dieta se ha llevado consigo unas tallas de brasier. Muy bien para el caso de mujeres que desean eso, pero sin duda son las menos.

El problema es que la grasa de los senos difícilmente se podrá recuperar (antes se "llenarán" absolutamente todas las demás zonas del cuerpo). Algunas mujeres se confunden y creen que con el paso del tiempo, al "recuperar grasita", su "talla vuelve a ser la misma", pero en realidad eso es producto de algunos rollitos en otras zonas (espalda, costados) que nada tienen que ver con lo que interesa: la copa.

Lo mejor que puede hacer una mujer preocupada -y ocupada- que quiere conservar lo que no le sobra y eliminar lo que sí, es no tomar a la ligera el asunto de bajar de peso y consultar en la medida de lo posible con un especialista.

Si eres una mujer que no desea grandes cambios o la estética te tiene sin cuidado (muy poco frecuente), pues entonces basta con seguir los consejos para llevar una vida saludable y no hay por qué eliminar absolutamente todos los rollitos como si una fuera una mona con metralleta.